TARTA DE HORA DE AVENTURA

Hubo una época en la que teníamos un único lugar al que nos apetecía salir a comer y donde nos sentíamos como en casa. Era un pequeño restaurante italiano lleno de tradición y saber hacer en el que los propietarios vivieron nuestro noviazgo, la noche previa a la boda, el embarazo,... muchos momentos personales de alegría, pena e ilusión acompañados de la mejor comida. No os puedo expresar hasta qué punto nos han mimado durante más de una década.

"Cuando me jubile sólo cocinaré para los amigos. Nos iremos al campo", nos decía él ya con las puertas del restaurante cerradas al público tomando un limoncello exquisito y compartiendo un rato de conversación siempre interesante, relajado y divertido.

Pero el tren de la vida dispone paradas sin anunciarlas y él se bajó inesperadamente...

La inocencia de la infancia y las creencias en la magia parecen tornar a los corazones adultos en estas fechas pero a lo largo del año los que somos adictos a los dibujos animados tenemos así otra vía para disfrutar de momentos en este estado de fantasía. Esto le ocurre a Lucía que ha cumplido 16 añazos y es fan de "Hora de Aventura". 

Para los que no estéis familiarizados con esta serie os contaré que hay muchísimos personajes y ámbitos opuestos y distintos. Sus personajes principales son Finn "el humano" y Jake "el perro" son íntimos amigos y viven aventuras buscando el bien. Se relacionan con otros personajes buenos y cariñosos como la Princesa Chicle que reina sobre las chuches en Chuchelandia, el controvertido malo Rey Hielo que vive con pingüinos siendo Gunter su favorito y secuestrando princesas para casarse porque necesita que le quieran, la vampiro Marceline Chupaalmas que es la hija del señor de la Nocheósfera y que solo chupa el color rojo ,....Jake se empareja con Lady Arcoiris -una unicornia- y Finn con la Princesa Flama del Reino del Fuego. 

Me divierten todos y cada uno de los personajes, lo dispar, las historias imposibles. 

Ella, Paqui, viaja llevando dos maletas aunque una no es suya. Le es imposible deshacerse de lo que siempre ha estado con/en ella; aún no es capaz de abrirla y escoger lo que tiene que meter en su maleta y lo que puede dejar fuera, porque eso implicaría deshacerse de algo y esto aún no le es posible por doloroso. Ha ido dando pasos de gigante superando retos que aunque cotidianos parecen infranqueables como el Mulhacén.

Paqui cuenta con una baza muy importante: su familia. Y Lucía es su sobrina que quería una tarta de pasta de azúcar. Madre, tía,... decidieron darle la sorpresa de una tarta de sus dibujos favoritos.

Dibujos que podrían ser el reflejo de nuestra sociedad con tantos tipos de familias. Y de donde deberíamos recordar que lo que se busca es el amor y donde lo importante es lo que se comparte y no lo que separa.

Al publicar esta tarta-historia en estas fechas tan entrañables aprovecho para desear que compartáis dulces momentos con los que os quieren y a los que queréis. Y una petición, tomad un momento y mirad a vuestro alrededor y sonreid a los que os acompañan a los que están.

Hasta la próxima tarta-historia.

Besillos