TARTA DRAGON CITY

Me voy a permitir empezar con una confesión. En todo lo que hago siempre pongo parte de mí pero enfrentarme a esta tarta-historia ha sido un recorrido complicado, pues tengo mucho pudor a exponerme o hacerlo con los míos. En una primera lectura mi comentario y el de mi marido, han sido: Bueno, es menos emotiva que otras… Esto no podía ser tratándose de quien se trata. Así que me he infundido valor y me he lanzado a corazón abierto.

TARTA VIAJERA

Soy dada a soltar parrafadas, a comerme la cabeza, a hilar pensamientos que pueden parecer inconexos, a flipar en colorines al más puro estilo Ally McBeal y, a llorar emocionada a la vez. 

El sábado amaneció lluvioso y pensaba que había una novia llorando a mares. Íbamos a una boda que se celebraba al aire libre. Pero de pronto, a la hora de ir a la iglesia la lluvia remitió, la salida también fue despejada, y pese a las nubes y un puntual chirimiri toda la celebración lució.

La madre de la novia me confesó: “Yo sí estaba preocupada pero mi hija me tranquilizó diciendo que a la hora de ir a la iglesia escamparía, y todo saldría bien”.

Su forma de contarlo llamó mi atención, ¿Cómo podía estar tan segura?